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El Rayo Vallecano, como sucediera la pasada jornada en Vallecas ante el Sevilla, logró igualar un 0-2 adverso y dio por bueno el punto ante un rival directo como el Real Betis, que se quedó con la miel los labios de haber ganado tras sus dos tantos de la primera parte y que ve como no se aleja de la zona de descenso.
Era un partido para que la victoria de uno de los dos contendientes le diera un impuso grande en la clasificación, aunque el punto para el Rayo le sabe a gloria por lograrlo fuera y prolongar su racha sin perder ya a siete encuentros.
Ya desde que los entrenadores anunciaron sus alineaciones titulares se evidenció que ambos iban firmemente a por la victoria, ya que en el caso de Juan Merino dispuso de dos delanteros natos como Jorge Molina y el goleador Rubén Castro.
Paco Jémez, fiel también a su estilo de juego, confió en la delantera en el venezolano Nicolás Fedor ‘Miku’, quien se presentó el Sevilla con cinco goles logrados en las últimas cinco jornadas, con la compañía de Francisco Medina ‘Piti’, que desde que volvió al equipo vallecano en enero procedente del Granada no había salido de titular.
El Rayo mostró ganas de prolongar la racha de seis jornadas sin perder y la de haber marcado en los últimos ocho encuentros y muy pronto, a los siete minutos, Adrián Embarba se aprovechó de una indecisión en la zaga local para rematar un balón que finalmente desvió el larguero.
Fue un partido de continuas y alternas llegadas a una y otra área, aunque el que primero que acertó fue el Betis con un certero cabezazo del canario Rubén Castro, quien abrió el marcador antes de cumplirse el cuarto de hora.
El tanto local no hizo más que redoblar los esfuerzos atacantes de los visitantes pero también motivó que el Betis se ordenara más en la contención y que encontrara espacios.
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En uno de estos contragolpes se forzó un córner y Rubén Castro, atento en el segundo palo tras la prolongación de Jorge Molina y también de cabeza, marcó su segundo gol y el duodécimo en lo que va de campeonato, un tanto que fue protestado por los jugadores del Rayo por posible fuera de juego.
Ese 2-0 costó responderlo por parte del equipo de Jémez, impreciso con el balón y sin tenerlo claro para crearle problemas al meta Antonio Adán.
Estuvo cerca antes del descanso el tercero del Betis, porque los verdiblancos jugaron centrados y con el joven belga Charly Musonda rápido, vertical y que incluso reclamó un penalti en una de sus internadas.
Mal se le puso la situación al Rayo para la segunda parte, por lo que su técnico sacó a Jonathan Montiel por el defensa portugués Ze Castro y al delantero angoleño Manucho Contreiras por Miku, que acabó lesionado en la primera parte.
Los cambios no pudieron ser más efectivos pues Manucho marcó dos goles en los seis primeros minutos de la reanudación y logró el igualar el marcador, algo que ya hizo la pasada jornada cuando en Vallecas empató ante el Sevilla tras un 0-2 adverso.
Merino movió entonces también el banquillo e hizo debutar a uno de los fichajes de invierno, el delantero brasileño Leandro Damiao, al ver que el rival se había quedado con una línea de tres defensas.
Ahora fue el Betis el que se apagó con los dos goles encajados en un partido que se volvió mas embarullado y en el que Jémez volvió a montar una línea de cuatro defensas con la entrada al campo del central exbético Antonio Amaya.
Así se entró al último cuarto de hora, en el que el Rayo dio por bueno el empate y los verdiblancos buscaron un nuevo tanto con muchas ganas y con tiro al larguero incluido de Dani Ceballos en la prolongación del choque que no fue suficiente para ganar. Antonio Gutiérrez/Efe
Source: Deportes