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«Ha sido la etapa reina de mi vida», confesaba en su cuenta de Twitter George Bennett, uno de los gregarios de confianza del líder de la Vuelta, Primoz Roglic. La sensación del neozelandés no era extraña en el pelotón. Los ciclistas se adelantaron por mucho al mejor horario previsto por la organización en una especie de contrarreloj por equipos.
Nairo Quintana fue el más beneficiado de ese corte que se produjo en los primeros kilómetros igual que sucedió en 2016, cuando Alberto Contador le marcó el camino para conseguir la victoria final en la Vuelta. Para eso trabajó el colombiano desde el comienzo. «Quintana ha dado relevos de a kilo en los primeros 60 kilómetros», comenta Roberto Laiseka. El ex ciclista ve la carrera desde una posición privilegiada como conductor del coche del director de carrera, Javier Guillén. Y añade que el daño para los rivales de Movistar podía haber sido mucho mayor. «Alejandro [Valverde] iba con Nairo, pero si no ha entrado habrá sido por una rotonda que se encontraron en ese momento», añadía. Si se hubieran juntado los dos en cabeza el golpe en la general podía haber sido definitivo.
«Ha sido una grandiosa etapa», confesaba Quintana, que parece haber superado su mal momento físico de los últimos días provocado por un resfriado. «Cuando se cansan las piernas, se pedalea con el corazón», asegura.
«Después de 17 años de carrera nunca había hecho una etapa así. Se puede decir que ha sido algo histórico», reconoce el ganador de la etapa, Philippe Gilbert. «Creo que mañana van a doler las piernas a muchos. Todos hemos tenido que sacar fuerzas de nuestras reservas, no hemos tenido tiempo de comer ni de beber», explica, «Muchos corredores se van a ir decepcionados y muchos directores enfadados. No me extrañaría que esta noche hubiera reuniones en los hoteles y mañana puede haber sed de venganza», asegura.
Sin embargo, el líder no parece haberse visto afectado por el descontrol. «No me he asustado, he mantenido la calma. Veremos en Madrid si he salvado hoy la Vuelta, pero todo pinta bien para nosotros. La carrera es imprevisible y podemos esperar una gran batalla en los próximos días», afirma Roglic.
Source: Deportes