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El Bankers Life Fieldhouse, la casa de los Indiana Pacers, parecía un lugar apropiado para que la racha de los Warriors llegase a su fin ante uno de los “gallitos” de la renacida Conferencia Este, pero nada de eso. Golden State volvió a asombrar con 79 puntos anotados al descanso y empujó su histórico comienzo hasta las 23 victorias consecutivas.
Nadie en ninguno de los deportes profesionales estadounidenses ha llegado tan lejos, así que ahora su único objetivo es colocar el listón prácticamente imposible para los que lo intenten en el futuro.
Que el vigente campeón no es sólo la puntería de Curry lo supieron los Pacers desde el principio. Ante uno de los test más complicados desde que comenzó el curso, apareció uno de los jugadores más deprimidos hasta ahora en la franquicia californiana: Klay Thompson, que acribilló al rival con 10 triples en sólo 16 intentos para terminar con 39 puntos. Su inspirada noche permitió a Curry subir su producción de asistencias (10) y quedarse “sólo” en 29 puntos.
Aunque los de Indianápolis amenazaron con la remontada al final, nunca estuvo en peligro la racha de los de Oakland, que son felices jugando al baloncesto y hacen felices a los que lo ven en las gradas o por televisión. Después de volver locos a los Pacers desde el perímetro tuvieron tiempo también de jugar para sus hombres altos, que se unieron a la fiesta con varias acciones por encima del aro. Con su entrenador, Steve Kerr, ausente por problemas de espalda, y Luke Walton de interino, los increíbles Warriors hacen historia cada noche, confirmando que su título del año pasado no fue una casualidad y empeñados en dejar huella con su estilo.
Con el triunfo de ayer igualaron la mejor racha de victorias de la NBA y cada vez les quedan menos récords por batir. No parecen muy dispuestos a regular energías por el momento, aunque la temporada regular es larga y los momentos de forma fluctúan. Atlanta fue el año pasado la estrella de la primera fase, aunque ni siquiera en sus mejores momentos allá por febrero, muchos se atrevían a ponerlos como máximos candidatos al título. Los Warriors lo son antes de comenzar y, más, visto cómo van evolucionando su juego y su filosofía. En primavera llegarán las eliminatorias a vida o muerte y los Spurs y, seguramente, LeBron serán sus últimos obstáculos para prolongar su dinastía. King James sigue siendo la gran amenaza, especialmente si los que le rodean llegan sanos al mes de mayo.
Source: Deportes