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Alos 64 años, Claudio Ranieri disfruta de un momento de gloria con el que ya no contaba. Aunque nunca ha sido un técnico muy exitoso -apenas dos títulos de Copa, una Supercopa de Europa y el campeonato de la segunda división francesa con el Mónaco destacan en su palmarés- durante un tiempo se acostumbró a grandes equipos: Nápoles, Fiorentina, Valencia, Chelsea, Juventus, Roma e Inter fueron sus equipos antes de rescatar al Mónaco de la segunda francesa con los millones de Rybolovlev. En el Chelsea disfrutó de la era previa a Abramovich y del primer año del millonario ruso. Luego llegaron Mourinho y la gran inversión del propietario club.
El Leicester es otra cosa, un equipo cuyo mayor mérito ha sido ganar en tres ocasiones la Copa de la Liga, la última en el año 2000. Pero ahora, el Leicester disfruta del liderato en la Premier, con un punto más que el Manchester United y dos más que el City y el Arsenal.
El mérito es de Ranieri y, sobre todo, de Jamie Vardy, un delantero de progresión tardía que triunfa a punto de cumplir los 29 años. Vardy ha llegado al éxito por carreteras secundarias. Con 16 años, el Sheffield Wednesday prescindió de él por ser bajito. El estirón no le dio para llegar a ser el típico delantero inglés que triunfó hasta los años 80 o 90 al estilo de Mark Hateley, pero se defiende en el área con su 1’78. Después, el barrio le pudo y durante un año tuvo que llevar una tobillera electrónica para que la Policía lo tuviera controlado en todo momento por meterse en peleas callejeras. Hasta 2012 se ganó la vida en el fútbol amateur, en el Halifax de la séptima división y después en el Fleetwood, de quinta. De ahí lo rescató el Leicester a cambio de un millón de libras, un traspaso increíble para la categoría. Pero el delantero no defrauda. Marcó 16 goles hace dos temporadas, el año del ascenso del Leicester a la Premier y el curso pasado se presentó en la máxima división inglesa con un triplete al United. Esta temporada, Vardy ha marcado trece goles en los 14 partidos que ha jugado esta temporada y el domingo, contra el Newcastle, igualó el récord de Ruud van Nistelrooy al marcar en diez partidos consecutivos. Ranieri le anima para que llegue a los once, como hizo Batistuta cuando él lo entrenaba en la Fiorentina. “Estoy muy feliz por su actuación. No es fácil, es un gran campeón. Quiero felicitarle por el trabajo y darle las gracias, porque cuando un entrenador tiene un delantero que marca goles está muy feliz”, aseguraba Ranieri después de la victoria contra el Newcastle. Y tampoco se olvida del apoyo de la afición. “Me encanta el espíritu inglés. Quiero dar las gracias a los aficionados que han aplaudido a Jamie”, decía.
Vardy debutó en junio con la selección inglesa y Hodgson le guarda un hueco en la lista para la Eurocopa. Se habla ya de que lo quieren los mejores de Europa, pero Ranieri pide dinero y paciencia. “Tendrán que pagar mucho para que salga de aquí”, advierte. “[Vardy] es inteligente y sabe que en el Leicester hay un buen grupo y es bueno para él y para sus compañeros que muestren aquí sus cualidades. En verano podrá elegir la mejor opción”, añade. Pero de momento, lo único que preocupa al entrenador es que su equipo se garantice la permanencia en la Premier. “Nos quedan 12 puntos para lograr el objetivo”, asegura Ranieri.
Source: Deportes