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Andrés Iniesta se lució en el Bernabéu. Desde la zona izquierda y metiéndose también por el centro, el «8» azulgrana se asoció con Neymar y Jordi Alba y con todos sus compañeros para hacer un roto al eterno rival. Pase a pase, la desordenada presión que intentó el Real Madrid era inútil. Apretaron los blancos de uno en uno y no todos a la vez, presa fácil para la calidad azulgrana. Iniesta gobernó en su trigésimo segundo clásico, el primero en el Bernabéu en el que actuaba como capitán, y cuando fue sustituido en el minuto 77 para que entrara Munir, el estadio del eterno rival actuó con deportividad. Aplausos para el jugador de Albacete, que había sido el autor de un gol tras recoger un pase de tacón de Neymar y chutar con el alma a la escuadra. Es el segundo tanto de Iniesta en ese campo, ya que también lo hizo hace dos temporadas, en otra victoria por 3-4. «Se lo agradezco a la gente», dijo después el centrocampista, acostumbrado a recibimientos de ese tipo en casi todos los estadios después de que marcara el gol que dio a España su primer y único Mundial, en Suráfrica en 2010. «Andrés Iniesta es patrimonio de la humanidad, no sólo del Barcelona. Podemos disfrutar de un jugador único, que tiene ojos en la nuca y que tiene calidad al servicio del equipo. Entiendo que le hayan aplaudido», aseguró Luis Enrique. Iniesta fue de los pocos que se llevó el reconocimiento del Bernabéu, que guardó pitos y pañuelos para sus jugadores tanto al final de la primera parte como al acabar el partido.
Justo diez años y dos días atrás, Ronaldinho dio una exhibición en el mismo escenario y se marchó en idénticas circunstancias que Iniesta esta vez: con el público felicitándole por su labor. «No oí los aplausos del Bernabéu en ese momento. Me acuerdo de que cuando llegamos al vestuario todos estaban hablando de eso y fui a verlo en televisión. Mis goles fueron simples, corrí y bueno, luego la suerte», admitió hace poco el brasileño en Barça TV. «No podré olvidar esa noche», añadió. Seguro que Iniesta tampoco podrá olvidar ésta. Se ha unido a un club que forman también Pirlo, Del Piero, Maradona o el Ajax de Van Gaal, que también se marcharon entre aplausos del Bernabéu por muy dolorosa que fuera la derrota.
Source: Deportes