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En el bombo uno está Rusia, como organizadora, y después una ristra de clásicos: Alemania, Brasil, Argentina, Francia, Portugal, todas alguna vez campeonas del mundo o de alguna Eurocopa y, además, Bélgica y Polonia. No está España porque ocupa la octava posición en el ránking FIFA, que es el que determina el bombo en el que se sitúan las selecciones para el sorteo, del 1 de diciembre, de la fase de grupos del próximo Mundial.
La sorpresa en ese bombo de las cabezas de serie es Polonia, que ha hecho una gran fase de clasificación, con ocho victorias, un empate y una derrota, pero que, sobre todo, ha manejado mejor que nadie cómo conseguir puntos para ser considerada una de las mejores. No es fácil controlar todas las variantes porque influyen los resultados de los últimos cuatro años, aunque van perdiendo importancia según se alejan en el tiempo, y también se tiene en cuenta el partido ganado, contra quién, si es amistoso o si es en competición, en qué fase. Lo que ha hecho Polonia es jugar con todo esto, hacer una fase de grupos excepcional y, sobre todo, no disputar amistosos donde se puedan perder puntos. Esta semana, cuando ya no valían para el ránking FIFA que da orden a los bombos, sí que ha jugado dos amistosos, pero antes, no participaba en uno desde noviembre de 2016. Mejor descansar que perder puntos.
Evita así a los grandes de su grupo. España, en cambio, tendrá que enfrentarse a uno de esos y después ver si tiene suerte en los rivales que le toquen de los bombos 3 y 4, supuestamente los de los conjuntos más débiles. En realidad, son los otros los que deben temer cruzarse con el equipo de Julen Lopetegui, uno de los grandes favoritos.
Source: Deportes